martes, 1 de diciembre de 2015

ISIDRO VELÁZQUEZ: EL ÚLTIMO ROBIN HOOD DEL CHACO

EL chaco ha sido testigo de personajes historicos que han quedado en la conciencia del pueblo, como Mate Cosido e Isidro Velazquez. No son el Robin Hood de la Edad Media europea, fueron personajes reales que surcaron los montes chaqueños  alla entre el primer cuarto y mediados del siglo XX. 
Isidro Velazquez habia nacido en la provincia de Corrientes, y como muchos de estos paisanos, migró hacia el chaco en busca de trabajo en el obraje o en la cosecha de algodon. Como todo gaucho pobre fue victima de la injusticia, la explotacion y abuso por las autoridades; fue perseguido y maltratado. Los Velazquez fueron los últimos bandidos que se vengaron de las injusticias que soportaban los peones rurales. La gente los hizo leyenda viva y los mantiene en el altar popular de las creencias de aquellos montes que ya no existen. Isidro Velázquez, el hombre que distribuyó dinero, alimentos y mercancías entre los pobres, se movió entre quienes lo veían como “el vengador” y el estigma del poder local que lo consideraba un bandido violento. Acuñó los deseos de una población rural sometida a los peores de los tratos que se le conoce a la esclavitud capitalista.


Los medios de comunicación fueron serviles cómplices de la situación, informando sobre distintos asaltos que a veces eran simultáneos y en distintos pueblos a la vez, pero que igual los atribuían a Velázquez y Gauna. El objetivo era generar tal sensación de inseguridad en la población que permitiera justificar y legitimar la represión que se preparaba para su captura.
Se les atribuyo el perfil de militantes de la Resistencia Peronista, por contactos que hubo entre Vicente Gauna con Carlos Caride, un miembro de la FAP y luego de Montoneros, que caería en un enfrentamiento armado durante la década del 70. Al parecer el contacto se habría realizado para obtener armas –desde Paraguay- para la organización guerrillera. La captura de Velázquez se había convertido en el desvelo y obsesión del, por entonces, Ministro del Interior Guillermo Borda y de las “fuerzas vivas” del Chaco, de las cuales, la Sociedad Rural, era la que había puesto precio a su cabeza: 2 millones de pesos para dar con su paradero. Luego de innumerables acciones, la policía utilizó una estrategia diferente para atraparlo, recurriendo a la traición. Es así que “convencen” a una maestra de nombre Leonor Marinovich de Cejas y a un cartero, Ruperto Aguilar, ambos de la localidad de Machagai. La policía bautizó a las acciones que terminaron con la muerte a isidro Velázquez como “Operativo Silencio”. La pregunta que se nos impone es: ¿qué buscaban silenciar? Es evidente que se buscaba silenciar a un vengador de los pobres. Era volver al silencio de los explotados por siglos. Asi un 1º de diciembre al caer la noche, el ultimo Robin Hood era abatido por la policica federal, siempre defendiendo los intereses de los potentados.  Jorge Cafrune le dedico un chamame titulado "El ultimo sapucay"; cuentan que antes de ser abatido por la rafaga de amtetralladoras, Velazquez pegó un sapucay que retumbó en la selva chaqueña.